Gota
La gota es una enfermedad común, especialmente en adultos mayores. Consiste en episodios de inflamación dolorosa en las articulaciones y es causada por un aumento de la cantidad de ácido úrico en la sangre. El ácido úrico es un producto de desecho normal que se encuentra en el torrente sanguíneo, pero tener demasiado ácido úrico en sangre puede provocar una afección llamada hiperuricemia (una concentración alta de ácido úrico en la sangre). La acumulación de ácido úrico puede formar cristales similares a agujas en una articulación, generalmente las articulaciones más frías, como en el dedo gordo del pie. Estos ataques provocan dolor, sensibilidad, enrojecimiento, calor e inflamación repentinos.
Las personas con gota son más propensas a padecer cardiopatías, bloqueo de arterias e insuficiencia cardíaca frecuente. La gota también se asocia con un mayor riesgo de enfermedades renales, diabetes, cáncer y apnea del sueño, probablemente debido a un alto nivel de inflamación crónica. Si no se trata, la gota puede ser grave y las nuevas investigaciones demuestran que los pacientes con gota tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular.
En pacientes con insuficiencia cardíaca crónica, a menudo se detecta una concentración elevada de ácido úrico en los análisis de sangre rutinarios. Los diuréticos, que los pacientes con insuficiencia cardíaca generalmente necesitan para reducir la retención de líquidos, a menudo aumentan los niveles de ácido úrico y provocan gota. El consumo crónico de alcohol y la obesidad también contribuyen a aumentar la formación de ácido úrico. Los síntomas de gota generalmente se desarrollan después de muchos años de hiperuricemia sostenida. El aumento de la concentración de ácido úrico en el cuerpo, así como una respuesta satisfactoria al tratamiento, pueden confirmarse mediante análisis de sangre normales.
Mantener un nivel saludable de ácido úrico es importante para reducir el riesgo de gota para los pacientes con insuficiencia cardíaca y su profesional médico le realizará análisis de sangre de ácido úrico rutinarios, especialmente si usa diuréticos o ha tenido un episodio de gota. Hacer ejercicio, mantener un peso saludable y evitar determinados alimentos que pueden desencadenar gota son aspectos importantes para reducir el riesgo de padecerla. Estos alimentos y bebidas son muy ricos en purinas, que son compuestos orgánicos esenciales que se descomponen en ácido úrico. Incluyen cerveza, levaduras, guisantes, legumbres, lentejas, espinacas, champiñones, carne roja, cordero y cerdo, vísceras como hígado, riñones y mollejas y mariscos, especialmente gambas, langosta, anchoas y sardinas.
Los medicamentos, como el alopurinol, se usan con frecuencia para reducir los niveles de ácido úrico al inhibir su biosíntesis en el cuerpo, y así evitar los ataques de gota. Además, tomar alopurinol para reducir los niveles de ácido úrico puede protegerlo de un empeoramiento de la insuficiencia cardíaca. Es importante tomar este medicamento según lo prescrito, a largo plazo, y no detenerlo sin hablar de ello con el médico. Existen otros medicamentos para la gota aguda o crónica que su médico puede recetarle si es necesario. Recuerde evitar el uso de analgésicos no esteroideos (AINE).
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