Obesidad, anorexia
Se sabe que el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares que pueden provocar una insuficiencia cardíaca. Por lo tanto, evitar el desarrollo de la obesidad es una recomendación con amplio apoyo para la prevención del desarrollo de una insuficiencia cardíaca. Sin embargo, el control del peso corporal en pacientes con insuficiencia cardíaca diagnosticada es más complicado que simplemente recomendar la pérdida de peso. Estas son tres razones por las que no está claro si los pacientes con insuficiencia cardíaca tienen que perder peso o no.
- Con la edad, el impacto de la obesidad en el riesgo de mortalidad disminuye. Por lo tanto, en la mayoría de los pacientes con insuficiencia cardíaca, un mayor peso corporal no indica un mayor riesgo de morir.
- Existen evidencias científicas sólidas de que entre los pacientes con insuficiencia cardíaca diagnosticada se observa mejor supervivencia (más larga) en pacientes con sobrepeso moderado (IMC 25-30 kg/m2).
- La insuficiencia cardíaca se entiende ahora como una enfermedad compleja que no solo tiene consecuencias para el corazón, sino también para todo el cuerpo (particularmente los músculos) y que incluye cambios metabólicos.
Estos cambios metabólicos, que son procesos químicos dentro de las células del cuerpo, a menudo conducen a una pérdida del apetito (anorexia) y, por lo tanto, a una menor ingesta de alimentos. El metabolismo del cuerpo cambia gradualmente como parte del síndrome de insuficiencia cardíaca y algunos pacientes en estadio avanzado pueden perder peso de forma lenta pero constante. Si dicha pérdida de peso involuntaria se produce en pacientes con insuficiencia cardíaca, debe interpretarse como una señal de advertencia, ya que indica un empeoramiento progresivo de la insuficiencia cardíaca. La pérdida continua de más del 5 % del peso corporal se denomina «caquexia cardíaca» y se asocia con un empeoramiento de los síntomas, una peor calidad de vida y un peor pronóstico. Cuando se considera una ingesta de alimentos saludables, es importante una nutrición equilibrada combinada con ejercicio regular.
Las estrategias de reducción de peso en pacientes con insuficiencia cardíaca deben supervisarse cuidadosamente y valorarse de forma individual. Es importante destacar que el aumento de peso puede indicar una mayor retención de líquidos en la insuficiencia cardíaca, y los pacientes, especialmente los que usan diuréticos, deben comentar a los profesionales médicos o de enfermería los cambios inesperados de peso.
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