Viajar en avión
Los viajes en avión no suelen ser un problema para las personas con insuficiencia cardíaca, aunque las concentraciones de oxígeno son algo más bajas, incluso en las cabinas comerciales presurizadas. Sin embargo, rara vez algunas personas necesitan suplementos de oxígeno durante el vuelo. En general, si su insuficiencia cardíaca está bien controlada y es estable, no debe tener dificultades con las ligeras reducciones de las concentraciones de oxígeno en un avión, siempre que sus síntomas no estén descompensados antes del viaje. Si presenta síntomas nuevos o un empeoramiento de los existentes, como aumento de la disnea o incremento de peso reciente, comente los planes de viaje con el médico. El algunos casos excepcionales, el médico puede recomendarle suplementos de oxígeno durante el vuelo. En ese caso, póngase en contacto con la línea aérea en cuestión antes del viaje para conocer sus normas sobre tales suplementos y realizar los preparativos apropiados.
Si tiene un dispositivo implantado (marcapasos, TRC, DAI), es probable que lo detecten las máquinas de seguridad. Avise de antemano al personal de seguridad. Ni el control de seguridad ni el viaje en avión interfieren en el funcionamiento de su dispositivo. Los aparatos utilizan tecnología estándar y podrá inspeccionar su funcionamiento en casi todos los lugares del mundo.
Si permanece sentado durante mucho tiempo en un lugar con poco espacio, se le pueden hinchar los tobillos y a veces tener calambres musculares. Pueden ser útiles ejercicios regulares de estiramiento y movilidad, así como andar por la cabina y mientras espera en los aeropuertos. Procure no tomar alcohol y beba suficiente agua. En algunos casos, el médico le recomendará que lleve medias elásticas hasta la rodilla durante el vuelo para prevenir los coágulos sanguíneos (TVP).